martes, 21 de mayo de 2013

[...]



Ella piensa más que siente.
Sufre por sentir y muere por pensar.

Él siente más que piensa.
Sufre por pensar y muere por sentir.

¿Cómo podría funcionar algo así?

Simple:

Piensan que mueren sufriendo cuando en realidad sienten que viven amando.


Morir sufriendo es vivir amando.
Morir amando es vivir sufriendo.