jueves, 27 de marzo de 2014

23 segundos




Mientras la última de mis musas se prenda de la sombra de lo que un día fuí, en el centro de este triángulo macabro, mis pies se hunden en la lava del infierno.

Ella podría darme la mano y terminar con esta ardiente agonía. Y yo podría simplemente darme media vuelta y escapar dejándola allí mientras se funde entre besos y llamas.
Aunque para ella mi salvación supondría su destierro de otro jardín de las Delicias, y para mi su abandono supondría la muerte de nuestro mundo, siendo esto peor que el propio ardor de la lava. Ambos desearíamos poder permanecer congelados sin renunciar a nada hasta que el ardor y el dolor desaparecieran.

Pero ambos nos jugamos demasiado, ambos tenemos las de perder, y el tiempo avanza rodeado de fuego y dolor. Por esto durante veintitres interminables segundos nadie da ni un paso adelante. Todo se mantiene inmobil y cada uno de estos veintitres nos suponen una agonía hacia nuestros límites.

Y de repente un sollozo irrumpe con un tenso silencio. Ella llora. Llora porque es incapaz de actuar. Mientras el fuego consume mis pies, el hielo de lo incontrolable paraliza su cuerpo.  Mientras yo extiendo mi mano y suplico mi salvación junto a ella, ella solo llora. Yo prefiero un destierro si ella viaja conmigo. Pero ella no merece tal destierro.

No puedo elegir por ella. Solo puedo hacerlo por mí.

Así que lleno de rabia y dolor me doy media vuelta y inicio mi ascenso de los infiernos. Aunque esta vez quiero mirar atrás pero no puedo.

un viaje



Necesito tener mi reacción, pero no aquí. Lejos de cualquier mirada conocida y de oídos cercanos.

Huyo hasta las fronteras de mis límites, a toda velocidad y disfrutando de cada pequeño paisaje que dejo atrás. Me gusta saber que todo cuanto veo desaparece tras de mi sin importarme en absoluto por su futuro. Y supongo que por esto hoy he decidido volver hasta las fronteras de mis limites. Para llegar hasta el fin. Desafiar al futuro. Gritarle al viento y escupirle al destino. Y que el centro contaminado caiga en sueño para nisiquiera darse cuenta de mi ausencia.

Así cuando vuelva seguiré sonriendo, pero esta vez de verdad. Disfrutando de su ignorancia.

Dejaré de ganar, y empezará a perder. Y tras todas mis arcadas seguiré escupiendo y sonriendo. Hasta la última gota de sangre.

Un reflejo





Y aparecieron al otro lado del espejo, ante mis ojos, la Reina del Destino, la Muerte, y todas las cariátides que mis ojos vieron pasar por estos parajes. Se fundieron en una sola y perfecta imagen y esta empezó a hablar:


- "Date cuenta, soñador enfermo, que todo esto trata sobre tí. Tú eres el creador, Todo esto lo has creado tú, y todo lo que te rodea forma parte de tí. Tú creaste este mundo. Tú eres el ahorcado. Tú eres el rayo. Tú eres el trueno. Y regresaste aquí en busca de lo perdido. Tu condena es la incapacidad de verlo por tí mismo y por esto eres incapaz de elegir un único camino.


Este es tú mundo y sólo el rayo ha sido capaz de adentrarse en él. El rayo. La luz. El destello de realidad y la voz de la verdad. Y se muestra como un intruso que ataca a tu mundo. Quizás sea porque para tí, la realidad y su existencia sólo tienen cabida tras los límites de tu mundo. En el mundo real. Y mientras el trueno, la voz del subconsciente y de los deseos se mantiene desterrada de tu mundo. ¿No resulta extraño?


Y ahora has encontrado una Cripta que te aleja y te acerca al mismo tiempo de los dos. Ninguno de ellos contagia tus pensamientos pero ambos se escuchan perfectamente en tu cabeza. Nunca lo tendrás tan fácil para elegir el camino correcto y aún así eres incapaz de elegir. Y esta cripta tambien la has creado tú. ¿Lo ves? Las dos antiguas sombras que la habitaban: una decide volver al bosque. La otra permanece y muere. ¿Por qué una elige y la otra se abandona a la espera y la muerte? Sabes que debes elegir pero el temor a la destrucción de uno de tus dos mundos te impide dar un paso adelante."


- He elegido demasiadas veces arrepintiéndome por todas y cada una de mis elecciones, aún sabiendo que de haber elegido otro camino hubiese terminado por arrepentirme del mismo modo. ¿Qué sentido tiene elegir así? Quizás mientras no elija no haya cabida alguna para el arrepentimiento. Quizas mientras no eliga todo siga siendo posible.


- "Puede que sea cierto pero, sabiendo que todo esto lo has creado tu, date cuenta:

Si permanecer entre dos mundos es la mejor opción, ¿Por qué este refugio se presenta en forma de Cripta y no en forma de paraíso?


Estas cavando tu propia tumba y aunque trates de convencerte de que aquí el tiempo ya no existe, los segundos, minutos, las horas, los días y los años avanzan más decididos que nunca.


Elige una condena a la vida. No esperes en vida a la Muerte."


Y se esfumó, esta vez quizás para siempre, dejando al otro lado del espejo mi propio y desconocido reflejo.



al lado del espejo una nota:

"Mi más fiel enemigo resulta ser un reflejo de mi más odiado amor, y mi propio reflejo termina por descubrirse  como el del tercero y entrometido al que nunca tener en cuenta."




Una elección




Esa cripta estaba a salvo de esa guerra pero no se mantenía ajena a los continuos ataques del rayo y del trueno. Se podían escuchar sutilmente los gritos del trueno desde el mundo exterior tras los muros, así como intuir los destellos del rayo en el reino del ahorcado.

Una guerra sin campo de batalla y, en ausencia del tiempo, yo me convertía en la decisión final que concluiría con tal macabra guerra.

El vencedor, el mundo y legado a heredar dependían únicamente de mi posicionamiento en todo aquello. Escuchar a ambos y elegir cual de ellos regiría las nuevas leyes universales para el nuevo mundo.

Elegir. Algo que siempre odié y más cuando esto implicaba bien y dolor para terceros que ni tan siquiera gozaban de voz en dicha elección. Y peor aún, sin tiempo existente para reflexiones que facilitaran una elección acertada.

Y así llevo segundos, minutos y horas inexistentes. Sin saber a cual de ellos escuchar. Sin saber a cual de ellos destruir. Sin saber a cual dar fuerza y vida. Y sientiendo en todo momento que, elija lo que elija, terminará por destruirme.


Tengo que salir de aquí.


[...]

Ahora mi guerra




Fuera, en el bosque, el rayo seguía implacable. Pero no escuché trueno alguno que contratacase. Solamente el rayo.

Un susurro se cruzó entre mis pensamientos de descomprensión:

"Pareceser que has encontrado el refugio de la Muerte, y vuelves en busca de la liberación.

Dos sombras lograron desaparecer ante mis ojos años atrás. Y a punto estuvieron de caer en el olvido y lograr escapar de mi reino. Pero una de ellas abandonó su escondite sin la otra.La otra, cansada de esperar su regreso terminó por quitarse la vida. La primera cumplió su condena y le fué mostrado el camino. De la otra simplemente nunca se supo nada más.

Y por tu regreso intuyo que has vuelto para cumplir con la tuya.

Enfréntate pues al Rayo, viejo amigo."


Y así lo hice. durante Segundos, minutos y horas inexistentes sin avistar desenlace alguno.

Otro susurro me distrajo.

"Tal vez con quien deberías enfrentarte sea el trueno..."

Pero el trueno no se mostraba en aquel condenado paraje. Sólo en la cripta de la Muerte logré escucharle sutilmente.

Y corrí hacia las escaleras de la oscuridad para enfrentarme al trueno.

Y ahí estaba. Sutil pero firme, el trueno inició su ataque. Y respondí durante segundos, minutos y horas inexistentes sin avistar desenlace alguno.


Entonces lo ví.





[...]

Otro fin de tregua



Algo alteró aquel desorden de paz. Algo detuvo de nuevo el tiempo despojando la cripta de su invisibilidad; Sutil pero firme, el trueno había aparecido para apagar de nuevo la luz del rayo invasor.

Un nuevo fin de tregua empezó, y esta vez la total destrucción de uno de ellos era la única conclusión, pues aquí no existía el tiempo para decidir.

Sabiéndolo, rayo y trueno se enfrentaron violentamente sin importarles en absoluto la muerte o el legado de destrucción que heredarían en caso de victoria. Ambos merecían la victoría y ambos merecían la muerte. Así que, en mi opinión, venciera quien venciera supondría un fracaso, y pereciera quien pereciera supondría una victoria. Aunque fuera lo que fuese, no querría ser habitante del mundo que sobreviviera tras la batalla final.

Corrí lleno de temor escaleras arriba.

"Pase lo que pase pienso disfrutar de esta destrucción. Aunque signifique la mía, terminará de una vez por todas con esta condenada prisión."



[...]

martes, 25 de marzo de 2014

Una cripta





Una cama, un espejo, una mesa llena de libros desconocidos, un monton de notas, dos platos con comida podrida hará tiempo... y una nota encima de la cama; "Vuelvo en cinco minutos. Te quiero"

Dos sombras debieron compartir este refugio y, por lo que se ve, ambas terminaron por desaparecer.

Por lo que a mi respecta, se estaba bien en aquel santuario para muertos. Parecía que el tiempo volvía a avanzar con normalidad, y que el bosque que seguía tras esos muros ni siquiera existiera. Ni bosque ni ahorcado. Ni castigos ni condenas. Ni susurros ni lágrimas. Solo el tiempo y yo.

Cerre los ojos y volví a disfrutar de cada segundo de esta destrucción, hasta que perdí el conocimiento.

[...]