martes, 25 de marzo de 2014
Una cripta
Una cama, un espejo, una mesa llena de libros desconocidos, un monton de notas, dos platos con comida podrida hará tiempo... y una nota encima de la cama; "Vuelvo en cinco minutos. Te quiero"
Dos sombras debieron compartir este refugio y, por lo que se ve, ambas terminaron por desaparecer.
Por lo que a mi respecta, se estaba bien en aquel santuario para muertos. Parecía que el tiempo volvía a avanzar con normalidad, y que el bosque que seguía tras esos muros ni siquiera existiera. Ni bosque ni ahorcado. Ni castigos ni condenas. Ni susurros ni lágrimas. Solo el tiempo y yo.
Cerre los ojos y volví a disfrutar de cada segundo de esta destrucción, hasta que perdí el conocimiento.
[...]
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