Y quizás sea, y solo a lo mejor, esa persecución constante a la Muerte lo que más me divierte. Incluso más aún que la própia posibilidad de atraparla.
Cada centímetro que me gana o cada milímetro que recorto son el más bello juego que me inspira a seguir corriendo tras ella.
Y parece ser, sólo quizás, que cada gota de esfuerzo que derramo en dicha gesta le dan a ella la fuerza que la empuja a seguir huyendo.
Y lo mejor de todo es que nos encanta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario